Hoy voy a salir a la calle con mi filtro rosa sobre las retinas de los ojos.
Hoy voy a decidir yo el color de las aceras, del aire, de los suspiros que se escabullen entre los labios de los transeúntes al pasar; decidiré el color del tendero de la esquina y del perro de la vecina.
Porque me da igual que hoy sea uno de esos terribles días rojos que hacen perder la compostura y empujan a la humanidad hacía el nerviosismo;
o de esos otros azules en los que el tiempo parece una tediosa balsa estancada en plena marea baja.
No me dejaré seducir ni por un día color melocotón de los que tanto me gustan.
Porque pienso pisar los charcos que se crucen en mi camino hasta empapar mis botas de rosa.
Porque en mis pulmones hoy no se colará el aire. Me limitaré a respirar rosa.
Como de costumbre, tropezaré con la misma encantadora e indeseable baldosa al salir de casa. Pero será un traspié rosa.
Me sentaré en el primer banco desgastado que vea en el parque, y mi vista se deleitará con los niños jugando en rosa.
Porque la vida es tremendamente sencilla cuando la miras a través de un filtro de color elegido con antelación por tu noble cerebro.
Parce qu'aujourd'hui....je vois la vie en rose.
Parce qu'aujourd'hui....je vois la vie en rose.
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